martes, 20 de enero de 2015

¿Dónde estás?




                                       C L I C K   A Q U Í                                                 
                                            C L I C K   A Q U Í                                                         
  




  ¿ D ó n d e     e  s   t    á   s ?  









Otro día mas la estufa no calienta,

y yo haciéndome los cayos en las manos.




Otro día más, yo sin parienta,

que me mime que me ayude a olvidar, 

como se vive en soledad,



Cuando convives con mis huesos, 

sé que mi alma se redime y es por eso.



Porque tu estancia es la fragancia que me inunda,

y tus besos un oasis de inocencia tan profunda…



Te imagino y te moldeo entre mis sueños, 

tan singular y tan correcta,

lloro al despertar porque hace daño.



Porque el engaño que me apaño es tan real

como un dolor de muelas, y no tenerte no me ayuda.


No sé quién, ni cómo eres ni de donde,

no sé si existes y aún así te necesito.



No se tu nombre, ni sé si soy un hombre,

por quererte no tenerte, lamentarme y no buscarte.



Otro día más, y ya van 20 navidades, 

que te pedí a los reyes pero no mandan señales.




Otro día más, pero sin rastro de esas curvas,

de tus labios, tu cintura ni de tus comisuras.



Otro día más pero sin rastro de tu olor, 

y tu frescura se marchita en mi memoria,



Así mi humor es dependiente por vos,

así mis días son la noria, subo y bajo solo al ver si me saludas.




Suelo soñar, con deslizarme en tu columna,

con las yemas de los dedos y los hielos en tu piel,




surcan cada curva de la piel que me obsesiona,

erizándote, poniéndolos de punta.


Helena mía, y mi caballo de Troya,

razón por cual traiciono la razón que me abandona.


Subo por tus piernas porque sé que te estimula,

bebo de tu ombligo el licor de las alturas.


Y se acrecenta mi locura al verte, 

mi tortura al no tenerte, 

me consume imaginarte.


Presente esta mi mente,

pero ella sigue ausente.




Sé que me esperas,

en el muelle de San Blas.


Sé que eres de piedra,

o de arcilla según vea,




Sé que se de tornos,

y aprenderé a moldearte.




Te necesito como el aire que respiro,

y sé que eres de lejos mi delirio favorito.




Agustin Fernández Resa